En Antioquia, los manglares se encuentran en la zona costera, ubicada en la región de Urabá, al sur del Caribe Colombiano, en el límite entre Panamá y el departamento de Córdoba.
Estos ecosistemas se componen de mangles, que son plantas leñosas de crecimiento arbóreo y ocurren en lugares donde las aguas marinas y las de los ríos se mezclan, particularidad que determina que los árboles tengan una forma de crecimiento característico, especialmente en su sistema de raíces, las cuales funcionan a manera de zancos y les permite establecerse.
En el departamento contamos con 5.687 hectáreas de manglares, a lo largo de las cuales convergen dos tipos de relación con las comunidades humanas. La primera, ocurre sobre un lado del golfo, donde habitan familias de pescadores, asentados en el territorio con una baja densidad, la cual no impacta de manera negativa el ecosistema.
Y la segunda, al norte del casco urbano de Turbo, donde se evidencian los conflictos en el uso de la tierra, y generan un cambio en la cobertura, es decir, pérdida del manglar, que también es causada por dinámicas naturales, como el proceso de erosión costera, efecto del cambio climático, calentamiento atmosférico o el ascenso del nivel del mar. Lo cual indica que existen diferentes causas que están afectando este importante ecosistema, que alberga a una increíble biodiversidad y que se los considera como una de las cinco unidades ecológicas más productivas del mundo.
Es por lo anterior, que el profesor Juan Felipe Blanco de la Universidad de Antioquia, quien dictó la charla “Los Manglares en Antioquia” de la cual es tomada la información de está nota, invitó a los asistentes a reconocer el territorio y a trabajar de la mano de las comunidades en pro de la preservación de su diversidad.