Los manglares se destacan como ecosistema y bioma de intermareales tropicales, donde proporcionan protección de costas, captura de sedimentos, reducción en la velocidad de corrientes marinas y aéreas. Son reservorios de biodiversidad, secuestran carbono, regulan la temperatura y sustentan actividades pesqueras y forestales, con la exportación de nutrientes y materia orgánica a ecosistemas vecinos. Son bosques anfibios, que constituyen el hábitat y refugio de especies marinas y terrestres, y sostienen comunidades costeras [1], se considera que los manglares generan percepciones positivas para estas comunidades [2], percepciones que son asociadas a valiosas funciones, bienes y servicios, que son base del éxito para su conservación [3].
Una de las amenazas para los manglares es el aumento del nivel del mar, resultado del cambio climático. Se estima que el nivel del mar aumente a una tasa de 3,58 mm/año [4], esto podría ocasionar que los manglares se desplacen tierra adentro [5]. Ante esta situación, la respuesta de los manglares podría depender de la disponibilidad de agua dulce, el suministro de sedimentos, la topografía [6, 7], entre otros y, probablemente, su entorno físico será afectado en aspectos químicos, biológicos y geomorfológicos [6, 7].
En Colombia hay diferentes regiones con presencia de manglar. Los manglares del Caribe están conformados por Rhizophora mangle (mangle rojo), Avicennia germinans (mangle negro), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Pelliciera rhizophorae (mangle piñuelo), Conocarpus erectus (mangle zaragoza) y el helecho Acrostichum aureum.
En el Golfo de Urabá, rodeado por bosques de manglar y con influencia de los ríos Atrato, Turbo y León [8, 9], son fuertes los impactos sobre las poblaciones de mangle, los cuales incluyen tala ilegal, conversión a pastizales, expansión de suelo agrícola y urbano, disposición de líneas eléctricas, erosión costera y sedimentación [10, 11, 12].
De acuerdo a estudios sobre la caracterización y zonificación de los manglares en el Golfo de Urabá, éstos cubren desde 6.993 ha [13, 14] pasando a 4.908 ha, debido a una tasa media anual de reducción de bosque de manglar de 4,9-29,8 % entre 2003 y 2009 [15]. Particularmente, el delta del río Atrato muestra las mayores extensiones de manglar, con un impacto antrópico considerable, con muchos juveniles, pocos individuos adultos R. mangle, y proporciones menores de otras especies [8, 9]. Así mismo, de acuerdo a varias investigaciones, los principales cambios en extensión, estructura y composición del bosque de manglar dependen del transporte y deposición por erosión y sedimentación en las superficies costeras, con tasas anuales que van de 1,2 a 0,8% [12, 13, 14].
Por otro lado, un estudio comparativo del cambio multi-temporal de cobertura de manglar en Moñitos y Puerto Escondido (Córdoba), Turbo (Antioquia) y Unguía (Chocó) permitió concluir que no hay articulación clara entre
entre diferentes planes ambientales y el manejo que admiten en cada unidad política [16] ; Gómez [17] propuso un plan de cuentas general para valorar los recursos naturales aprovechables, así como costos más realistas de reposición, mitigación, exploración y aprovechamiento, tomando al Urabá como modelo. Este plan hizo posible invocar estrategias de zonificación, conservación y recuperación de los manglares, así como planificación del uso futuro de la tierra, como requisitos para mantener la calidad ambiental.
Los manglares son el hábitat de diversos grupos de fauna. En los siguientes apartados se presentan los resultados de diferentes investigaciones sobre la fauna asociada a los manglares.
[1] M. Spalding and M. Leal, Eds., The state of the worls´s mangroves 2021. 2021.
[2] F. Dahdouh-Guebas et al., “Public Perceptions of Mangrove Forests Matter for Their Conservation,” Front. Mar. Sci., vol. 7, p. 901, Nov. 2020.
[3] M. P. Turschwell et al., “Multi-scale estimation of the effects of pressures and drivers on mangrove forest loss globally,” Biol. Conserv., vol. 247, p. 108637, Jul. 2020.
[4] R. R. Torres Parra, J. C. Gómez López, and F. Afanador Franco, “Variación del nivel medio del mar en el Caribe colombiano,” Boletín Científico CIOH, no. 24, pp. 64–72, 2006.
[5] L. E. Urrego, A. Correa-Metrio, C. González, A. R. Castaño, and Y. Yokoyama, “Contrasting responses of two Caribbean mangroves to sea-level rise in the Guajira Peninsula (Colombian Caribbean),” Palaeogeogr. Palaeoclimatol. Palaeoecol., vol. 370, pp. 92–102, Jan. 2013.
[6] E. L. Gilman, J. Ellison, N. C. Duke, and C. Field, “Threats to mangroves from climate change and adaptation options: A review,” Aquat. Bot., vol. 89, no. 2, pp. 237–250, Aug. 2008.
[7] L. F. D. Faraco, J. M. Andriguetto-Filho, and P. C. Lana, “A methodology for assessing the vulnerability of mangroves and fisherfolk to climate change,” Panam. J. Aquat. Sci., vol. 5, no. 2, pp. 33–51, 2010.
[8] L. E. Urrego, E. C. Molina, and J. A. Suárez, “Environmental and anthropogenic influences on the distribution, structure, and floristic composition of mangrove forests of the Gulf of Urabá (Colombian Caribbean),” Aquat. Bot., vol. 114, pp. 42–49, Feb. 2014.
[9] J. D. Mira Martínez, S. Betancur Valencia, and L. E. Urrego Giraldo, “Relación entre la infección por agallas, las variables estructurales y la anatomía de la madera de Rhizophora mangle L., en el golfo de Urabá (Colombia),” Actual. Biológicas, vol. 39, no. 106, pp. 41–52, Jan. 2017.
[10] J. F. Blanco-Libreros et al., “Deforestación y sedimentación en los manglares del Golfo de Urabá,” Gestión y Ambient., vol. 16, no. 2, pp. 19–36, 2013.
[11] J. Blanco-Libreros and E. Estrada-Urrea, “Mangroves on the Edge: Anthrome-Dependent Fragmentation Influences Ecological Condition (Turbo, Colombia, Southern Caribbean),” Diversity, vol. 7, no. 3, pp. 206–228, Jun. 2015.
[12] J. F. Blanco-Libreros, “Cambios globales en los manglares del golfo de Urabá (Colombia): entre la cambiante línea costera y la frontera agropecuaria en expansión,” Actual. Biológicas, vol. 38, no. 104, Jan. 2016.
[13] H. Sánchez-Páez et al., “Diagnóstico y zonificación preliminar de los manglares del Caribe de Colombia,” Bogotá D.C, 1997.
[14] E. Ortiz, D. Caicedo, and J. Roldán, “Caracterización y zonificación de los manglares del Golfo de Urabá, Departamento de Antioquia,” Medellín, 2003.
[15] J. F. Blanco, E. A. Estrada, L. F. Ortiz, and L. E. Urrego, “Ecosystem-Wide Impacts of Deforestation in Mangroves: The Urabá Gulf (Colombian Caribbean) Case Study,” ISRN Ecol., vol. 2012, pp. 1–14, Jul. 2012.
[16] Y. Vega, “Análisis multitemporal de la cobertura de manglar en la zona costera de los municipios Puerto Escondido, Moñitos, Turbo y Unguía desde el año 2001 hasta el 2019,” Universidad de Córdoba, 2020.
[17] A. L. Gómez Ramírez, “Contabilidad ambiental en un ecosistema de manglar. Caso delta del río Atrato, Urabá antioqueño,” Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, 2011.
[18] J. F. Blanco and M. C. Castaño, “Efecto de la conversión del manglar a potrero sobre la densidad y tallas de dos gasterópodos en el delta del río Turbo (golfo de Urabá, Caribe colombiano),” Rev. Biol. Trop., vol. 60, no. 4, Oct. 2012.
[19] V. Fernandez-Rodríguez, M. H. Londoño-Mesa, and J. J. Ramírez-Restrepo, “Polychaetes from red mangrove (Rhizophora mangle) and their relationship with the water conditions in the Gulf of Urabá, Colombian Caribbean,” Acta Biológica Colomb., vol. 21, no. 3, p. 611, Aug. 2016.
[20] E. Gómez and G. Bernal, “Influence of the environmental characteristics of mangrove forests on recent benthic foraminifera in the Gulf of Urabá, Colombian Caribbean,” Ciencias Mar., vol. 39, no. 1, pp. 69–82, Jan. 2013.
[21] C. Bran-Castrillón, C. Gaviria-Zapata, and J. L. Parra, “Avifauna de los hábitats de la desembocadura del Río Atrato (Turbo, Antioquia),” Ornitol. Colomb., pp. 94–111, 2014.
[22] L. A. Sandoval Londoño, J. Leal-Flórez, and J. F. Blanco-Libreros, “Linking mangroves and fish catch: a correlational study in the southern Caribbean Sea (Colombia),” Bull. Mar. Sci., vol. 96, no. 3, pp. 415–430, Jul. 2020.
Polania, J., Contreras, E., Ortega, H. A. (2021). Síntesis de conocimiento de los manglares de Urabá. En: Calderón-Caro, J., Benavides, A. M., Cepeda, D. (ed.). 2021. Bosques de Antioquia: descubrimientos recientes contados por investigadores locales. Fundación Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe de Medellín-Programa Bosques Andinos (COSUDE). 1 Ed – Medellín, Colombia, 32 páginas.
Para conocer más sobre cada especie, haz clic en su respectivo botón
Los manglares son bosques anfibios, se destacan como ecosistema que proporcionan protección de costas, captura de sedimentos, reducción en la velocidad de corrientes marinas y aéreas. Constituyen el hábitat y refugio de especies marinas y terrestres, y sostienen comunidades costeras.