“Lo que le estamos haciendo a los bosques del mundo es un reflejo de lo que nos hacemos a nosotros mismos y entre nosotros.”
Mahatma Gandhi
La bioeconomía, bajo la perspectiva de producción sostenible a partir de uso de recursos biológicos, genera oportunidades para establecer estrategias de crecimiento sostenible. Esas oportunidades se hacen más relevante en territorios ricos en biodiversidad como Colombia y Antioquia. Uno de los retos más relevantes de la bioeconomía es la medición de su contribución a la generación de valor agregado. Alviar, et al. (2021) muestran que el sector primario, integrado por la agricultura, la ganadería, los bosques y la pesca, representa el 52 % de la bioeconomía de Colombia. Los bosques en particular juegan un papel crucial en la provisión de productos y servicios que generan valor agregado [1].
Los bosques, como ningún otro recurso natural, representan una gran cantidad de productos y servicios aprovechables, que se pueden agrupar entre los productos maderables y los no maderables. El primer grupo (productos maderables) está representado por todas aquellas especies de árboles de las cuales se obtiene material para la construcción de muebles y edificaciones. Por su parte, en el grupo de los productos y servicios no maderables se encuentra el material biológico para la producción de resinas, y aceites esenciales, entre otros, que sirven de materias primas para la producción de
alimentos, fármacos, y cosméticos, y otros productos. Adicionalmente, los bosques ofrecen varios servicios ambientales y ecosistémicos como hábitat de biodiversidad, regulación de caudales, regulación del ciclo hidrológico, fijación de CO2, ecoturismo, entre otros, además de representar valores culturales para muchos grupos étnicos. La contribución de los bosques a la economía es de 2 % de lo que se puede medir por sus precios de mercado. Pero esta contribución al valor agregado es mucho mayor si se pudieran estimar monetariamente, los bienes y servicios no maderables del bosque que intervienen en la producción y consumo.
Aprovechamiento y sostenibilidad de los bosques
El aprovechamiento y la sostenibilidad de los bosques depende de los arreglos institucionales que están determinados por la definición de derechos de propiedad del recurso y las condiciones del mercado. Cuando existe un mercado, se da lugar a una asignación eficiente del recurso, como en el caso de los productos maderables. Sin embargo, en ausencia de mercado, como es el caso de varios productos y servicios no maderables, se necesita una regulación efectiva por tratarse de recursos que tienen muchas características de bien público, máxime, en el caso del bosque natural maduro. En Colombia, los bosques plantados ocupan apenas el 1 % del área forestal, mientras que el bosque natural maduro corresponde a más del 90 % de los 55 millones de hectáreas de suelo.
En el caso de los bosques plantados, la decisión del propietario está encaminada a encontrar el momento óptimo de aprovechamiento forestal que permita maximizar los beneficios derivados. En el caso de los bosques naturales maduros, la decisión que debe tomar el planificador central, es decir el Estado, ocurre entre dos alternativas, a saber: cuánto explotar en el presente y cuánto dejar en pie para la conservación de sus condiciones naturales y aprovechamiento de los servicios. En ese sentido, el bosque natural maduro debe considerarse como un recurso no renovable ya que no se regenera en un horizonte de tiempo a escala humana y no hay incentivos a la restauración. Sin embargo, es importante anotar que el valor de los bienes y servicios no maderables del bosque tienen un valor que puede ser inclusive superior al de los bienes maderables [2]. De ahí la importancia de contener el proceso de deforestación indiscriminada e intensiva en los bosques naturales tropicales.
En economía, el valor agregado es la capacidad de convertir un bien o conjunto de bienes en algo de mayor valor económico.
Colombia
La agricultura es una de las actividades económicas que más aporta a la bioeconomía en el país, por lo tanto, implementar prácticas de agricultura sostenible no solo ayudaría a incrementar el valor agregado sino a la sostenibilidad futura.
Antioquia
La agricultura es una de las actividades económicas que más aporta a la bioeconomía en el país, por lo tanto, implementar prácticas de agricultura sostenible no solo ayudaría a incrementar el valor agregado sino a la sostenibilidad futura.
[1] Alviar, M, A. García-Suaza, L. Ramírez-Gómez, and S. Villegas-Velásquez, “Measuring the contribution of the bioeconomy: The case of colombia and antioquia,” Sustain., vol. 13, no. 4, pp. 1–26, Feb. 2021, doi: 10.3390/su13042353.
[1] B. Wolfslehner, S. Linser, H. Pülzl, A. Bastrup-Birk, A. Camia, and M. Marchetti, Forest bioeconomy – a new scope for sustainability indicators. European Forest Institute., 2016.
[2] G. Weiss, M. R. Emery, G. Corradini, and I. Živojinović, “New values of non-wood forest products,” Forests, vol. 11, no. 2, pp. 1–19, 2020.
Alviar, M., García-Souza, A. (2021). La bioeconomía de los bosques: una oportunidad para Colombia y Antioquia. En: Calderón-Caro, J., Benavides, A. M., Cepeda, D. (ed.). 2021. Bosques de Antioquia: descubrimientos recientes contados por investigadores locales. Fundación Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe de Medellín-Programa Bosques Andinos (COSUDE). 1 Ed – Medellín, Colombia, 32 páginas.
En economía, el valor agregado es la capacidad de convertir un bien o conjunto de bienes en algo de mayor valor económico.